Eso es lo que ha caído hoy en Sevilla, una lluvia brutal, intensísima y larga..
La primera de las 15:30 no la he visto, pero la de las 19:10 la he vivido en carne y hueso, montado en mi bici, con el chaquetón impermeable, el poncho de acampada impermeable y los pantalones impermeables...
A pesar de todo, me he calado los antebrazos, las botas, unas señoras botas, eehh, y los bajos de los pantalones. Cuando puse el pie en el suelo para esperar un semáforo, sentí que mis pies nadaban en una piscinita muy muy fresquita, ¡las gotas de lluvia me hacían daño en la cara! y no veía a más de 3 metros.
Menos mal que la estufa de Curro me ha secado las botas y calcetines... vaya tela, me sentía cómo en la peli de Forest Gump cuando llovía a mares...
Me acabo de dar la ducha más caliente del mundo, pero no me recupero, me voy a la cama que me encuentro ultra-pachucho y con febrícula.
A dormir se ha dicho.
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